Botox



Botox es un tratamiento popular para usar en la cara para reducir los efectos visibles del envejecimiento.

Se usa comúnmente en la parte superior de la cara, generalmente alrededor de los ojos y entre las cejas para reducir las arrugas de las cejas.

Botox paraliza los músculos donde se inyecta y, por lo tanto, evita que estos músculos creen arrugas visibles en la piel.

Es particularmente efectivo cuando se inyecta alrededor de las líneas de patas de gallo que aparecen desde los bordes exteriores de los ojos.

Las líneas del ceño pueden desaparecer mágicamente durante unos meses después de la inyección y se pueden eliminar las líneas horizontales en la frente.

Aunque esto es solo una medida temporal, la mayoría de los tratamientos de Botox funcionarán bien durante 3-6 meses a la vez.

Botox funciona interceptando los mensajes que el cerebro envía a los músculos que han sido inyectados por los nervios, evitando que los músculos reaccionen, permitiendo que la piel permanezca suave y no se arrugue.

Cuantos más tratamientos reciba, más efectivos serán.

Ha demostrado ser tan popular que las mujeres más jóvenes reciben tratamiento con Botox antes de la aparición de arrugas para reducir el riesgo de tener arrugas y verse más viejas a medida que envejecen.

Cuanto antes comience el tratamiento con Botox, más eficazmente reducirá la incidencia de arrugas, razón por la cual las mujeres más jóvenes lo usan más temprano que tarde.

Botox se ha utilizado de forma segura durante más de veinte años en muchas aplicaciones médicas y, aunque algunos casos tienen efectos secundarios indeseables, su incidencia es rara.

El tratamiento no siempre produce resultados inmediatos y puede tomar hasta una semana más o menos antes de que los resultados deseados aparezcan en el paciente.





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